“Leer (y enseñar a leer) entre las lenguas” Jorge Larrosa
Jorge
Larrosa inicia un recorrido en su texto que nos lleva por varios fragmentos
referentes a la lectura y la experiencia lectora, pero plantea pensar en dos
cuestiones centrales a la hora de leer el texto. Por un lado, propone pensar la
experiencia de la lectura y el modo en que nos apropiamos y desapropiamos al
leer. Por otro lado, supone que la lectura se da entre las lenguas.
“Al principio fue la experiencia lectora del
Otro” Michèle Petit
Michèle Petit propone en su texto abrirnos a pensar
y reflexionar sobre la experiencia lectora y el vínculo que hacemos con el
texto al leerlo. A la vez, pensar en el “otro” y su experiencia con la lectura,
poniendo especial énfasis en la importancia y generosidad de un facilitador en
el camino lector.
Encontrando puntos de diálogo entre Larrosa y Petit
Como primer punto de diálogo entre ambos texto,
podemos establecerlo alrededor de la palabra experiencia lectora. Al
respecto Larrosa nos plantea que la experiencia lectora es particular y singular,
nadie lee lo mismo aun leyendo el mismo texto. Sin embargo cree que el hecho de
que la lectura sea singular va más allá de una teoría de la singularidad de la
lectura. Por el contrario, expresa que las palabras no son indiferentes, de
esta manera, las palabras son conductoras del pensamiento. Pero más allá de la
importancia de las palabras, lo realmente considerable no es texto sino la
relación que se establece con él. Por último, plantea que la experiencia
lectora le da sentido a la decodificación de la letra impresa y va más allá de
la mera comprensión del texto y la función informativa de éste.
Por su parte, Michèle Petit nos dice que la
experiencia lectora transforma al lector y construye subjetividad. Plantea que
esta experiencia se ubica en un lugar de ser envidiada por los que no la pueden
lograr y se encuentran excomulgados de
ella. A su vez, es una experiencia temida, ya que los que no la han podido
concretar temen a ese misterio de quienes si la disfrutan. En este sentido,
esta experiencia envidiada y temida excluye y despierta sentimientos
ambivalentes. Además, la experiencia lectora se muestra misteriosa ya que
transita “zonas de sombra” que no se puede controlar por las autoridades,
aunque lo han intentado. Por último, la experiencia lectora excede toda
pertenencia social y generacional, si bien las dificultades económicas y la
lejanía a los centros de la cultura escrita hacen suponer una desventaja para
el grupo que no ha tenido el privilegio de tener un seno familiar lector.
Ahora, te propongo que busques los textos y los leas. Luego propongas otros puntos de diálogo entre los autores. Te animás?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario